miércoles, 12 de febrero de 2014

Presentación



Presentación
   
Un saludo a todos aquellos que por afición o placer se hayan puesto a investigar el mundo de la flauta y se hayan interesado especialmente en la de tipo bansuri. Espero que esta pequeña guía les sirva de algo más que de distracción y que aporte luz sobre las dudas que pudieran tener sobre la fabricación o manera de tocar este instrumento.
 
He de confesar que mi llegada a este tipo de flauta, aunque me atraía de siempre, fue un poco de rebote porque ya me había iniciado anteriormente en la de tipo quena. Razón de peso fue el buscar tipos de flauta que no exigiesen mucha complicación a la hora de fabricarlas, incluso con unas pocas herramientas rudimentarias, y que, aun hechas con materiales diferentes a los suyos o baratos como tubos de PVC o aluminio, tuvieran un sonido aceptable. 

La aventura en la que me embarqué, si bien aún no ha terminado, ya ha empezado a satisfacerme y he creído pertinente comenzar a compartir los pocos conocimientos que mi búsqueda y mi experiencia me han aportado. Si algo importante se me quedara por explicar  no lo achaquen a mala intención o egoísmo sino tal vez a distracción o desconocimiento. Pero no olviden que las puertas de la investigación y la sabiduría están abiertas a todos y sólo los negligentes pasan por delante de ellas sin mirar.
 
 Tampoco tomen esta guía como escrita por un gurú o erudito sino como escrita desde el amor de un aprendiz para amigos.
 
Quizá adolezca esta obrilla, asimismo, de soporte audiovisual que pudiera haber ayudado tales como videos y grabaciones sonoras. Pido perdón por ello, pero la carencia de medios me obligó; espero subsanarlo más adelante. También pido excusas por no ajustar mejor mis explicaciones a la teoría musical occidental pero la razón es que no tengo vastos conocimientos musicales y me manejo con unos rudimentos de solfeo y conocer someramente la nomenclatura musical; cosa que suplo agudizando mi sentido musical y practicando todo lo que el tiempo me permite.

He tratado de ser lo más escueto y conciso que he podido en mis explicaciones para que el que se acerque a esta obra no se vea abrumado por su extensión o dificultad sino que tenga en ella  una verdadera plataforma desde cuya firmeza pase al estudio profundo y al conocimiento del bansuri.

Con esto os animo a que comencéis a fabricar un bansuri y con el uso de esta guía os iniciéis en él. Cuando lleguéis a dominarlo un poco os satisfará grandemente y también os servirá para tener una buena base si queréis pasar a cualquier tipo de flauta diferente, incluida la travesera clásica. Con este deseo os dejo, pero no por ello me alejo de vuestro lado. Gracias.

Tema I



Tema I: El instrumento.

La flauta tipo bansuri es un instrumento de viento procedente de la India. Su nombre combina la palabra “bang” que significa bambú y la palabra “swar” que equivale a nota musical.

Siendo desde el origen de los tiempos utilizada por pastores, destaca la sencillez de su forma y estructura que se limita a una caña de bambú agujereada a fuego y tapada en uno de sus extremos con un corcho. A pesar de esto, requiere de mucha dedicación y destreza para llegar a tocarla medianamente bien y años de estudio para conseguir ser un maestro.

Normalmente consta de seis o siete agujeros, aparte del usado como boquilla, y se divide en dos tipos: la travesera y la ligera que, si bien no difieren mucho estéticamente, sí que lo hacen respecto a su uso. Siendo las segunda más aguda se utiliza para la música popular y festiva, en tanto que la primera, que es a la que aquí nos dedicamos, requiere una interpretación más pausada y es preferida para la música clásica india. No obstante, su introducción en este tipo de música es reciente y el séptimo agujero para dedo, que permite un mayor registro y variabilidad cromática, se debe al legendario intérprete Pandit Pannalal Ghosh que vivió en la primera mitad del siglo XX.

Su versatilidad ha hecho que algunos intérpretes como el portugués Räo Kyao la hayan utilizado para interpretar fados, jazz o música clásica occidental sin aparentes problemas por lo que está visto que es susceptible de adaptarse a otros tipos de música totalmente diferentes a la que le es propia, aunque es en su estilo donde  genera el duende que más cautiva.

La producción de sonido en un bansuri no es nada mágico; como en otras flautas traveseras depende del soplo de aire que al incidir sobre el bisel del agujero boquilla hace que las moléculas choquen entre sí y vibren hasta alcanzar una magnitud audible por el oído humano. La dirección e intensidad del soplido, junto con el tapado y destapado de los agujeros, hace que la longitud de la onda vibratoria varíe y se consigan de este modo las diferentes notas musicales.

De cualquier forma, como la fabricación de la flauta depende de un material natural que no es perfecto, la afinación de un bansuri está en relación a la proporción del diámetro de la caña y la longitud que hay que darle cosa que sólo los buenos fabricantes saben al dedillo. Por tanto hay diversos tamaños de bansuri, hasta veintinueve, y la elección de uno de ellos depende del intérprete. En el anexo adjunto una tabla con las diferentes medidas y sus afinaciones.

Además en el Sur de la India existe otra variante mediana de ocho agujeros para los dedos, algunos laterales, que es la llamada “venu” o carnática.

Tema II



Tema II: La primera nota.

Para empezar a tocar el bansuri es necesario perderle el miedo. Sacarle la primera nota a veces cuesta y hay que aprender a embocarlo. Con un poco de interés se logra en corto tiempo. Será algo más fácil para aquellos que ya estén familiarizados con algún otro tipo de flauta como la travesera clásica, ney, quena etc…, pero si no es así seguiremos los siguientes principios:

Con tal de hacer las cosas fáciles empezaremos agarrando suavemente el instrumento, pero olvidándonos por de pronto de los agujeros, que no taparemos, para centrarnos en la embocadura.

Pondremos los labios como si fuéramos a dar un beso y los acercaremos centrándolos sobre el agujero de la embocadura. Giraremos la flauta ligeramente hasta que quede justo entre la barbilla y el labio inferior, debajo del cual debe quedar la embocadura.

     La posición de la lengua es muy importante pues más adelante nos ayudará mucho en la variación de las notas y en la interpretación de las melodías. Debe de estar ligeramente apoyada sobre los dientes inferiores y el labio inferior. A pesar de que nos parezca que ponemos gesto de bobos es así y no debe importarnos nada pues al tocar no se ve.

    Empezaremos tomando aire y soltándolo suavemente sobre la embocadura como cuando silbamos en el borde de una pequeña botella. Si el bansuri no está mal posicionado conseguiremos así nuestra primera nota que suele ser la natural o al aire, esto es, con todos los agujeros destapados. Está más o menos en el centro del registro del bansuri. En caso de no conseguirlo a la primera, que es lo más probable, iremos probando girando levemente la flauta y la posición de la boquilla respecto a los labios además de variando la intensidad del soplo hasta adecuarlos y lograr que suene.

Una vez conseguida esta primera nota y hasta alcanzar un sonido claro y limpio comenzaremos a practicar repitiéndola: primero mantenida unos segundos, y luego intermitentemente, más entrecortada. Finalmente, cuando ya la dominemos, intentaremos mantenerla todo el tiempo que podamos procurando, si es posible, no variar el tono de la nota. Con este ejercicio empezaremos a dominar un poco la posición de los labios y la lengua.

En otro tema explicaremos más adelante técnicas de soplo y respiración.

Tema III



Tema III: Técnicas de agarre y posición de los dedos.

Aunque se puede hacer de pie, la postura más correcta para tocar un bansuri es sentado en el suelo con las piernas cruzadas y la espalda recta, o, en cualquier caso, sentado sobre algún asiento mediano o bajo. Diestros o zurdos lo hacen por igual variando sólo la dirección de la flauta y las manos que tapan los agujeros.


 La flauta debe quedar ligeramente inclinada desde la boca hasta debajo del codo de tal manera que al cogerla con ambas manos los pulgares hacen una ligera presión inversa uno de otro y la barbilla ayuda sirviendo de apoyo. Poco a poco y con la interpretación iremos desarrollando la técnica para tener un buen soporte en las diferentes notas.

     El bansuri se toca con los dedos índice, corazón y anular de ambas manos. El patrón de la postura de los dedos en diferentes modelos de flauta lo expongo aquí acompañado de fotos que ayudarán a comprenderlo con claridad.

     De todos modos, dependiendo del tamaño de la flauta y de las manos del músico, puede variar un poco la técnica. Para flautas de gran tamaño como son la flauta E bass (Mi grave), D bass (Re grave) y C bass (Do grave), donde los dedos  a veces no alcanzan a cubrir los orificios fácilmente, se puede usar la última falange en vez de la media, y para algunos casos donde las manos son muy pequeñas, se usa el dedo meñique en vez del anular para llegar al último orificio. En este caso el dedo anular quedaría inutilizado.




Posición de los dedos en una flauta de tamaño medio (G, Sol).
Los círculos negros marcan la posición de los agujeros:



Posición de los dedos en una flauta grande (D, Re grave).
Los círculos negros marcan la posición de los agujeros:


       El primer error que se suele tener al tratar de tocar un bansuri es intentar tapar los agujeros con las yemas de los dedos; en algunas flautas es así, pero no en el bansuri porque al ser estos bastante grandes y estar muy separados es tarea difícil, por no decir imposible de conseguir. De modo que la solución más eficiente es tapar los agujeros no con las yemas sino con los pulpejos de las falanges medias de los dedos con lo cual aunque estos sean cortos con un poco de habilidad se logrará. Esta técnica facilita tapar medio orificio para tocar notas intermedias y da mayor flexibilidad en los adornos acústicos.

     Más tarde, con la experiencia y hábito, se hará sistemático y no va a suponer más inconveniente o trauma para nuestras articulaciones.

Hay, por tanto, varias técnicas de agarre de las que aquí expondremos las tres principales más una de mi cosecha que a mí me ha dado excelente resultado. Añado imágenes para que se vea la posición de las manos y los dedos.

     La técnica de Pannalal Ghosh es la más dificultosa y no recomendable para principiantes, pero hay que mencionarla.

En ella los agujeros se tapan con las yemas de los dedos y los pulgares se flexionan presionando con fuerza la parte baja del bansuri. Se necesita por tanto mucha práctica y destreza para interpretar; cosa que sólo algunos maestros logran.

En la fotografía se nota como es una postura muy forzada y nada cómoda para tocar.





La técnica de Hariprasad Chaurasia, aunque mantiene los pulgares flexionados en la parte trasera del bansuri, ya utiliza los pulpejos de los dedos para tapar los agujeros con lo que las manos adquieren algo de relajación, pero todavía entraña dificultad.  





El portugués Räo Kyao usa una técnica de pinza con los dedos índice y pulgar de ambas manos y tapa asimismo con los pulpejos. Este método hace que las manos estén casi en total distensión y los dedos se muevan con facilidad.

    







Sin proponérmelo, y buscando la comodidad, yo añadí a este método, aunque se salga de la ortodoxia, la variante de que la pinza de la mano derecha, si eres diestro, o izquierda, si eres zurdo, vaya justo en paralelo con el agujero correspondiente al dedo índice y si tienes las manos pequeñas usas el dedo meñique para tapar el sexto agujero o sostener cuando hay que destapar todos los agujeros. 

Es una manera comodísima para tocar, aunque la flauta sea grande, y la distensión de las manos hace que puedas alargar el tiempo de interpretación o práctica sin sufrir dolores o calambres.



Se aconseja empezar, si es posible, con una flauta de tamaño pequeño o medio y subir gradualmente de tamaño para adaptarse e ir ganando en la agilidad de los dedos y la flexibilidad.

En cualquier caso, cada uno debe buscar una técnica de agarre conveniente y cómoda desde el principio y no intentar en vano con posturas forzadas que tan sólo entorpecerán nuestro aprendizaje. También es provechoso dejarse aconsejar por algún experto y hacer solamente aquello que a nuestras manos físicamente les esté permitido.