martes, 11 de febrero de 2014

Tema X



Tema X: Algunas anotaciones y consejos.

Mi primer consejo para el aprendizaje del bansuri es tener paciencia y constancia, y no arredrarse si en principio no produce frutos.

A veces ocurre que al ser el bansuri de material delgado es muy susceptible a los cambios de temperatura y presión, ya sea de bambú o de aluminio o plástico como los que yo fabrico, entonces esto deriva en que presenta una afonía o ronquera que puede quitarse al calentar o no. Por tanto deberemos probarlo antes de arrancarnos a tocar e ir calentando antes con algún alankar o melodía para evitar esta ronquera. Si esta persistiese es preferible desistir de tocar en ese momento e intentarlo más tarde.

No es grave si no se trata de una actuación o evento importante.

    Aconsejo para la práctica un lugar agradable y tranquilo, además de silencioso, del que buscaremos un buen punto de acústica. Oír el sonido claro y sin distorsión y a  veces con un poco de reverberación ayuda mucho a la percepción de la melodía y su interpretación.

    El estado de ánimo también influye en la manera de tocar. El sosiego es importantísimo y para ello buscaremos momentos que nos sean propicios para la práctica en los que dispongamos de la totalidad del tiempo y la atención.
    
     Nadie es capaz de practicar bansuri nervioso, estresado o a la vez que otras cosas. No lo logrará o no obtendrá el fruto deseado.

Tampoco es aconsejable tocar después de haber comido o ingerido bebidas alcohólicas, aunque esto es más una cuestión higiénica que otra cosa.

Respecto a la limpieza y mantenimiento de cualquier flauta tipo bansuri diré que si es de bambú requiere ser limpiada con un paño ligeramente húmedo y aceitada con aceite de almendra varias veces al año para que el bambú no se reseque y deteriore. También hay que cuidar y remplazar el hilo trenzado de los adornos. De igual manera se limpiarán por dentro con un hisopo adecuado y algún producto no abrasivo.

Las de aluminio y plástico no requieren este aceitado, pero todas requieren un especial interés en la limpieza de la boquilla que se suele ensuciar con la saliva y el vaho del soplo. Esto se hará con un paño húmedo por higiene y estética con cierta periodicidad.

También deberemos evitar que el instrumento, sea de la calidad que sea, esté expuesto a la intemperie, o a excesivo calor o frío, por no decir a los golpes que puedan deteriorarlo. Debemos procurarle una funda adecuada para su protección y traslado; a ser posible rígida por fuera y acolchada por dentro.

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