Tema IV: Conociendo notas y escalas diatónicas o
primarias.
El registro de una flauta o del bansuri no es
otra cosa que la totalidad de notas que se pueden conseguir de ella; entrando
asimismo los sostenidos y bemoles que son las notas intermedias y que
llamaremos secundarias.
El Bansuri suele tener un registro dos octavas o
dos octavas y media. La octava comprende las notas entre una nota y su
inmediata superior que es la misma nota, pero más aguda. Se la llama octava por
eso, por ser la nota ocho después de la que tomamos como referencia.
Con este registro, aunque no es muy amplio, se
consiguen más de veinticinco notas que son harto suficientes para interpretar
infinidad de melodías.
Como casi
todos los instrumentos de viento el bansuri es monofónico, esto es, sólo
produce una nota cada vez, no como el piano, guitarra, acordeón, arpa y otros
instrumentos que son polifónicos porque pueden emitir varios sonidos a un
tiempo y producir acordes.
Esto no implica que sea más fácil de tocar sino
que la buena interpretación, aparte de la técnica, está en la modulación y
sentimiento que se le imprime a la melodía.
Las notas principales en un bansuri son como aquí
siete y se denominan Sa, Re, Ga, Ma, Pa, Dha y Ni, pero, ojo, esto es sólo una
denominación pues no quiere decir que se correspondan con el Do, Re, Mi, Fa,
Sol, La y Si occidentales, que con un poco de oído encontraremos en cualquier
bansuri, sino que se toman más bien como una referencia de posición en la
flauta aparte de como sonido musical, lo cual es bastante ingenioso por su
parte.
La distribución de las notas principales en el bansuri es como sigue:
Tapando los tres primeros agujeros más cercanos a
la boca se consigue la tónica de un bansuri que se llama Sa. La tónica es la
nota en que está afinado el bansuri.
A partir de esta destapando y tapando los
agujeros se irá subiendo en la escala o bajando. Yo denomino una escala a la
interpretación seguida de las notas correspondientes a una octava bien de un
solo soplo o en soplos intermitentes. Sobre esto redundaremos más adelante
cuando se comience con la práctica.
Para facilitar el aprendizaje yo divido el
bansuri en tres escalas diatónicas o sargames:
La escala grave o inferior comienza con todos los
agujeros tapados y termina con todos los agujeros destapados. La llamaremos
escala o sargam en Pä.
La escala media o tonal es algo más complicada.
Comienza con tres agujeros tapados y asciende destapándolos. Al llegar al
agujero más cercano a la boca que corresponde a la nota Ga taparemos primero
todo el agujero y seguidamente sólo medio agujero con lo que nos dará dos
notas. Luego taparemos los agujeros por completo e iremos destapándolos hasta
el tercero. Esta es la escala o sargam en Sa y será la primera que
ejercitaremos para que las otras nos sean más accesibles.
La escala aguda o superior es en parte igual que
la inferior en su interpretación, pero requiere cambiar la intensidad y sentido
del soplo así como la digitación para las notas más agudas, esto ya se
explicará en otra lección. La llamaremos escala o sargam en Pa.
La nomenclatura de las notas será con una
diéresis para los bajos y un circunflejo para los agudos. Las notas intermedias
se escribirán igual, con minúsculas. En otros sitios se verá con un guion
superior para las agudas y uno inferior para las graves.
En atención a estas escalas o sargames se puede
practicar una melodía en un tono más agudo o más grave a conveniencia; o desde
diferentes posiciones de la flauta cuando ya se dominen las notas intermedias o
secundarias. Esto es ya para un nivel más avanzado. En los comienzos es
preferible atenerse a melodías simples en estas tres escalas naturales, esto
es, con notas principales.
Hay que poner atención con el punto de comienzo
de una melodía y recordarlo porque empezarla en un tono demasiado bajo o
demasiado alto puede hacer que nos quedemos sin notas para interpretarla en
alguna de sus partes.
Puntualizar
que para hacer bemoles y sostenidos hay dos técnicas que se pueden usar
independientes una de otra o conjuntamente:
La técnica más usual es la de medio tapadillo que
no es otra cosa que tapar medio agujero con lo que se interpreta una nota medio
tono más alta que la que corresponde al agujero (sostenido) y medio tono más
baja que la del agujero superior tapado (bemol).
La otra técnica se denomina de pinza y no es otra
cosa que dejar un agujero destapado entre otros dos con lo que la nota también
se varía medio tono.
Dominar la consecución de melodías utilizando
estas técnicas es principio de maestría y requiere mucho ejercicio aparte de un
oído avezadísimo. Tanto es así que los intérpretes indios reconocen variaciones
de nota de hasta un cuarto de tono cuando lo mínimo en la música occidental es
de medio.
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